“Edgar Francisko Jiménez, colombiano y americano. Apasionado de la pintura. Elaboró un lenguaje que yo llamo de fragmentación de las formas. Montañas, árboles y figuras humanas, están pintadas de una manera inventada por él. Parece, a primera vista, una técnica puntillista, pero no, es una técnica a lo Edgar Francisko, una aplicación del color en manchas que al mirarlas nos dan la sensación de que las figuras se paralizan o tienen petrificado el instante fugitivo de la animación. Así movimiento e inmovilidad son portadores de una nueva invención pictórica. Otro rasgo impresionante es el acorde del color. Jiménez lo maneja a lo Maestro y tiene una paleta de fuerza y armonía al punto de afirmar que nuestro artista es un colorista nato. Lo suyo es hereditario; sus colores trascienden los sentidos de la armonía, de la luz y de la vida. Heredó de sus ancestros este don. Mientras otros artistas deben estudiar los acordes del color, a él le brota espontáneamente. Para el espectador el cuadro gusta por dos razones, el color y el tema. Otro punto importante es la formula colorista que él expresa en el plano, sus manchas no son tristes, al contrario tienen energía positiva, alegre y vital”.

Enrico Bucci, Director de la Galería Bucci de Santiago de Chile. Catálogo de la exposición del Grupo JIRART en el Royal Ontario Museum en 2001, en Toronto, Canadá